La vacuna para alergias es una modalidad de tratamiento que se denomina “inmunoterapia”, las inyecciones deben ser regulares durante un periodo (generalmente de tres a cuatro años). Estas vacunas poseen una cantidad justa de alérgenos para estimular al sistema inmunitario, aunque no la cantidad suficiente para causar una reacción alérgica completa, haciendo que el sistema inmunitario desarrolle una tolerancia a los alérgenos y que los síntomas disminuyan con el tiempo.

¿Para qué usar las vacunas contra la alergia?

Las vacunas contra la alergia se usan para controlar:

• Alergias de estación: Si eres alérgico a pólenes liberados por los árboles, césped o hierbas, asma estacional o fiebre del heno.
• De interiores: ácaros del polvo, cucarachas, moho y caspa de mascotas como gatos o perros.
• Picaduras de insectos: Reacciones alérgicas desencadenadas a picaduras de insectos como: abejas, avispas, avispones o avispas amarillas.

No existen vacunas contra la alergia a alimentos o urticaria crónica.

Limitaciones de las vacunas alérgicas

La más importante y primera limitación es que no existe una vacuna para todos los alérgenos, sino para unos pocos.

Para el epitelio de animales si existe una vacuna que logra reducir los síntomas, pero sigue siendo necesario evitar el contacto con el animal.

En último lugar, las vacunas únicamente se pueden administrar a pacientes con alergia demostrada por las pruebas de sensibilización pero que presenten de forma habitual una reacción alérgica con síntomas específicos y acusados.